Me encuentro en esta magnifica lista junto a grandes escritoras.
Estoy emocionada, muchas gracias a Ediciones Ortiz por añadirme.
¿quieres votar? Aquí te dejo el enlace Autoras Revelación 2013
domingo, 12 de enero de 2014
jueves, 9 de enero de 2014
Secuestro -1-
Secuestro
Samy
S.Lynn
©Textos
Samy S.Lynn
(Sandra Marín Sáez) 2014
©
De la imagen Depositphotos
©Del
retoque Samy S.Lynn
Obra
registrada, no se permite la reproducción total o parcial de este
libro sin permiso de la autora.
Capitulo
I
“¿Qué
me había pasado? ¿Dónde estaba?”
Pensé a la vez que intentaba moverme, estaba
tumbada sobre una superficie dura con los ojos tapados, atada de pies
y manos. Mis piernas abiertas junto a la desnudez de mi cuerpo
dejaban ver todas mis vergüenzas.
“¿Qué
era lo ultimo que recordaba?” Lo único que podía recordar,
eran aquellos ojos verdes que me habían cautivado.
—Buenos
días, bella durmiente —dijo una voz sexy desde un punto muy
cercano a mí—. Me alegra ver que ya has despertado, así podre
hacerte sentir, disfrutar y soñar.
—¿Quién
eres? —pregunté armándome de valor.
—Un
sueño, el mejor de ellos.
Sus
caricias no tardaron en llegar, pero, lo que me rozaba los pechos no
eran sus dedos era algo más suave como si fuese una pluma. Los
recorría bajando hacia mi estómago, no pasaba de ahí, cuando
llegaba a la frontera con mi monte de venus volvía a subir.
La
traición de mi cuerpo era palpable, estaba excitada, recordaba muy
bien a quien pertenecía esa voz; era el hombre del accidente… Ojos
verdes, espalda ancha, pelo con unos cuatro dedos de longitud,
ondulado que no rizado, oscuro y despeinado. Mediría uno noventa
aproximadamente, sus labios carnosos clamaban besos y sus fuertes
brazos prometían protección.
“¿Cómo
había llegado a esa situación?”
Un
mordisco en mi pecho hizo que saliera de mis pensamientos.
—¿Sigues
aquí?
—¿Co...Cómo
he llegado hasta aquí?
—Te
desmayaste sobre mí y no pude evitar traerte a mi castillo.
Noté
como sonreía sobre mi pecho. Su cálido aliento y sus manos
acariciando mi piel me desconcertaban. Mi cuerpo pedía más, mi
corazón palpitaba cada vez más deprisa y mi mente decía que eso no
estaba bien.
Al
final, mi cuerpo ganó la batalla y se ofreció a él.
Mi
sexo se humedeció respondiendo a sus caricias, mis pezones se
endurecieron respondiendo a sus labios y mi respiración aumento
haciendo notable mi excitación.
—¿Te
gusta pequeña?
—Mmmm…
—Tomaré
eso como una respuesta afirmativa.
Sus
besos se volvieron más agresivos, su lengua penetró en mi boca,
dejándome desarmada. Deseaba tocarlo, coger su cabeza y obligarlo a
no parar.
Su
lengua bajo por mi cuello con una suavidad que me hacia estremecer.
Rozaba cada rincón de mi cuerpo, bajaba tan despacio que era
desesperante, necesitaba más, quería mucho más. Por fin llegó a
mi monte de venus haciendo que mi cuerpo vibrara con el roce de su
aliento.
Lamió
y mordió mi clítoris, provocándome, excitándome hasta puntos
insospechados y, justamente cuando estaba a punto de llegar se apartó
de mí, retiró la venda de mis ojos, soltó las cuerdas y se fue
hasta la pared de enfrente.
Me
levanté buscándolo con la mirada, ¿qué había sucedido?
En
ese instante nuestras miradas se cruzaron; sus ojos verdes esmeralda
me miraban con pasión y deseo.
—Sobre
la mesa tienes tu ropa, puedes marcharte.
miércoles, 8 de enero de 2014
Amor en las sombras -2 capitulo-
2, Margareth
—Hola
preciosas, un café con leche y un cola cao ¿verdad? Ambos con
tostadas de tomate —dice el camarero
—Sí,
Jorge lo de siempre —digo con una amplia sonrisa.
—Este
chico cada día esta más bueno —dice Samantha— ¿qué estas
mirando?
—A
esos dos policías que vienen directos aquí.
Entonces
veo como se gira con disimulo, pero a mi no me engaña su gran
debilidad son los uniformes.
—¡Ohhh,
por Dios! Yo quiero que me detenga el moreno. ¡¡Ha ese le enseñaba
lo que es una mujer de verdad!! —dice volviéndose hacia mi.
—Pues
igual podrías hacerlo ahora. Porque me da que es verdad que van a
venir hacia aquí. Están hablando con Jorge y él señala esta mesa.
—Buenas
días señoritas, ¿son ustedes las propietarias de “Temis
detectives”? —pregunta el
policía que le gusta a Samantha, acercándose a nosotras.
—Sí, ¿podemos saber quien lo
pregunta? —digo mirándolos fijamente.
—La policía —contesta el
compañero de este arqueando una ceja.
Es impresionante, atractivo, tiene
el pelo rapado, los ojos verdes, un cuerpo atlético es moreno de
piel y tiene una cara de niño bueno que me vuelve loca.
—Señor agente, creo que de eso ya
nos hemos dado cuenta, pero suponemos que tendrán nombre ¿no? —Dice
Samantha arqueando las cejas y poniendo los ojos en blanco
—¿Hemos infringido alguna ley?
—Pregunto poniéndome nerviosa
—No —dice el primer policía
—Entonces por qué no se sientan,
nos dicen sus nombres y el porque nos buscan —. Responde Samantha,
empezando a sentirse molesta de verdad.
—Vale, mi nombre es Derek y él es
Gabriel —dice el moreno que le gusta a ella.
Tengo la suerte de que Gabriel se
siente justo enfrente de mi así podré observarlo mejor.
—Jorge ponles a los agentes lo que
quieran tomar —. Digo girándome hacia el camarero.
En los minutos que tarda en traer un
café solo y una coca cola, los cuatro nos miramos sin decir ni una
palabra.
—Bueno, ustedes dirán —dice
Samantha poniéndose seria.
—Venimos a hablar con ustedes,
porque fueron victimas en uno de los casos más importantes del año
pasado. Estamos obligados a avisarles que dos de los imputados en ese
caso han quedado libres gracias a su gran nivel adquisitivo. No
creemos que vayan a venir a por ustedes, pero estaríamos más
tranquilos si aceptaran tener vigilancia —dice Derek muy serio
—¿Perdón? —digo sin creer lo
que escuchan mis oídos—. ¿Estás diciendo que esos mal nacidos
que casi nos matan están libres?
—Si señorita —responde Gabriel
—Pero vamos a ver, ¿para qué
coño esta entonces la policía? —digo elevando la voz.
—Señorita nosotros hemos hecho lo
que hemos podido se lo aseguro, pero la justicia es así —contesta
Derek
—Sí, una mierda —responde
Samantha empezando a perder la paciencia.
—Un segundo —digo mirando a
Samantha— ¿y si han sido ellos los que se han llevado a Sheyna?
—¿Quién es Sheyna? —pregunta
Derek cuando ve que ambas nos giramos hacia ellos.
—Es una amiga nuestra, un poco
alocada pero es nuestra amiga —comentamos a la vez
—¿Cuanto hace que desapareció?
—pregunta Gabriel
—15 días aproximadamente
—respondo notando como las lagrimas acuden a mis ojos.
—Entonces es imposible, ellos
salieron esta mañana —dice Derek —¿Por qué no habéis
denunciado la desaparición?
—Porque es mayor de edad y ya
sabemos como funciona la justicia ¿no? —contesta Samantha bastante
exasperada
—Señorita por favor
tranquilícese, centrémonos primero en lo de ponerles vigilancia
—dice Gabriel intentando calmar las chispas que salen de Samantha y
que parecen cruzarse con las que salen de Derek
—No, lo sentimos pero no queremos
a nadie vigilando nuestros movimientos, recuerden que ante todo somos
detectives ¿qué imagen daríamos? —Decimos a la vez con una
mirada desafiante.
martes, 7 de enero de 2014
Amor en las sombras
Amor
en las sombras
Samy
S.Lynn
©Textos
Samy S.Lynn (Sandra Marín Sáez) 2014
Obra
registrada, no se permite la reproducción total o parcial de este
libro sin permiso de la autora.
Sinopsis:
Samantha
y Margareth son amigas desde pequeñas siempre les ha gustado la
investigación, en un principio querían entrar a la policía pero
pensaron que entonces debían obedecer a las personas que estuvieran
sobre ellas cosa que no pensaban hacer. Así que ambas montaron una
agencia de detectives, en la cual el sexo femenino era el
predominante, quien mejor para adentrarse en un caso que una mujer,
somos inteligentes, sensuales, y muy malvadas. Sheyna también
pertenece al su grupo pero a diferencia de ellas, siempre a querido
ser una actriz famosa, sus deseos la llevaran a adentrarse en un
mundo lleno de dolor, drogas y trata de blancas.
Derek
y Gabriel son dos policías atractivos que las llevaran por la calle
de amargura.
Una
novela llena de pasión, sexo y drama.
1,
Samantha
Encerrada
en mi despacho intento ordenar el caos de papeles que tengo sobre la
mesa. Todo me recuerda a aquella pesadilla, tal vez debería
quemarlos, y seria un recuerdo menos, pero aun así quedarían mis
cicatrices para recordarme aquel error.
—¡Samantha
no tengo ni idea de donde esta Sheyna! — grita Margareth entrando
en mi despacho de golpe— hace más de quince días que no se nada
de ella
—Pasa
Margareth y ponte cómoda —respondo exasperada, pues no hay cosa
que más me moleste que el hecho de que entren en mi despacho sin
tocar y gritando—. Cuéntame, ¿qué sucede?
—Como
te estaba diciendo, Sheyna ha desaparecido
—¿Estas
segura? Mira que como bien sabes ella esta obsesionada con ser actriz
y ese loco sueño la lleva a desaparecer durante largos periodos de
tiempo
—Pero
siempre lleva el móvil encima. He estado en su casa, parece que no
ha pasado en semanas. Además el móvil lleva días apagado la última
vez que hable con ella fue hace 15 días y me dijo que se iba con un
tal Matt. Que le había dicho que seria una actriz fantástica. Estoy
segura que le ha pasado algo.
—Margareth,
¿ahora te dedicas a entrar en casas ajenas?
—Samantha,
sabes que de normal no me equivoco
—Vale,
tienes razón. Es un poco extraño lo miraremos
—Gracias
—dice más tranquila —. ¿En que estabas trabajando cuando he
entrado?
—Estaba
revisando el caso de la familia Martinez
—Uff...,
ese caso es mejor no recordarlo. Todo salio mal.
“Un
año antes...
Llegamos
a Madrid con el encargo de encontrar y recuperar a Juan Martinez, el
cual supuestamente trabaja para la familia Montenegro una de las más
importantes de la mafia argentina. Cuando logramos encontrar a Juan
no esta exactamente trabajando para ellos si no que es usado
cruelmente como esclavo, lo drogan para que obedezca cualquier orden.
Durante meses estamos observando los pasos que siguen. Uno de los
sale salia siempre a la misma discoteca, con un grupo de amigos que
se dedica a jugar con los más débiles, la diversión más habitual
entre ellos es la de dar palizas a los chicos y si estos tienen
pareja las violan
Salimos
de la discoteca en dirección a la casa que tenemos alquilada, cuando
dos coches negros nos empiezan a seguir, a pesar de que intento
perderles uno de ellos consigue ponerse delante y cortarnos el paso
haciendo que nos paremos en seco para no empotrarnos con el pequeño
Ford Ka que hemos alquilado
Vemos
salir cuatro hombres vestidos de negro y con pasamontañas, vienen en
dirección a nosotras, cuando intento arrancar vemos que sacan armas.
—Señoritas
salgan del vehículo muy despacio y con las manos en alto —dice uno
de los hombres con un fuerte acento sudamericano
Salimos
despacio del coche levantando las manos. No podemos hacer nada son
demasiados y ademas están armados. En cuanto estamos fuera nos
cubren los ojos con unos trapos llenos de grasa, que huelen a
gasolina y seguidamente nos meten en uno de los coches. «Por lo
menos estamos juntas» pienso.
Después
de lo que parece una eternidad el coche se detiene
—Hemos
llegado —dice el primer hombre
Nos
sacan del vehículo y nos arrastran por lo que parece un camino de
tierra con demasiados baches y piedras. Subimos media docena de
escalones, que al tacto de los zapatos parecen ser de piedra,
escuchamos como abren una puerta que chirría de una forma
terrorífica, hemos entrado a algún sitio seguimos con los ojos
tapados. Cuando creemos que ya se ha terminado escuchamos abrir una
segunda puerta y nos empujan hacia ella.
—Cuidado
con los escalones, no queremos que el jefe se encuentre la mercancía
dañada —dice otro de los captores
Bajamos
las escaleras empujadas por los individuos, son de madera, están
sucias y crujen a cada paso que damos. Habrán más de una veintena
de escalones cuando más abajo estamos más huele a humedad y polvo,
aun así no tardamos en llegar, por fin nos quitan los tramos de los
ojos y podemos ver qué nos depara el futuro, uno que parece muy
oscuro. Ante nuestros ojos se abre paso una gran mazmorra llena de
artículos de tortura y varias celdas con grandes puertas de hierro
en las que solo hay una pequeña ventana con barrotes y vistas a lo
que podría denominarse sala de tortura al estilo de la inquisición
Pasan
los días de tal forma que pierdo la noción del tiempo, no se si es
de día o de noche, no se en que día estamos, cuanto tiempo llevamos
aquí, las torturas cada vez son más largas y continuas, tal vez no
haya un mañana ahora mismo seria el mejor regalo que podría
recibir.
Con
cada golpe siento que mis entrañas se desgarran, mi respiración
acelerada hace que este más cerca de mi ultimo aliento. Miro a
Margareth y me siento culpable. Si le hubiera hecho caso ahora mismo
no estaríamos así. No, yo quería adentrarme un poco más averiguar
que escondían Dimitri y su familia y ahora lo estoy viviendo en
primera persona, un propio mundo de tortura, experimentos con seres
humanos que estoy sintiendo en mis propias carnes. Mis labios
agrietados por el frio, mi cuerpo debilitado por la falta de
alimentos y agua, me lo recuerdan a cada segundo. ¿Cuantos días
llevamos sin beber?¿y sin comer? Margareth ya no reacciona, no abre
los ojos, y su respiración es tan débil que a veces pienso que la
he perdido.
Escucho
un ruido en la parte de arriba, ¿son disparos? Mi corazón se
acelera y el miedo me bloquea cuando escucho que alguien baja a toda
prisa las escaleras.
Cierro
los ojos con fuerza, ha llegado nuestra hora, nuestros últimos
instantes de vida. Escucho como abren la puerta de la celda donde nos
tienen encerradas.
—Desencadenadlas
y sacadlas de aquí. Vosotros llamad a emergencias y decir que hay
dos supervivientes. Pero que se den prisa, porque están muy mal
heridas. El equipo A que vaya a revisar las otras celdas.
—Jefe
no podemos cortar las cadenas
—Por
dios, ¡sois una panda de inútiles! ¡Gab! Encárgate de la que esta
en el suelo, yo soltaré a la de la pared
—¡A
la orden!
—Vosotros
id con el equipo de superficie a peinar la zona.
Noto
como alguien sujeta mi cuerpo mientras abren las esposas que me
sujetan a la pared. Cuando abro los ojos me topo con una mirada de un
azul tan claro que parece gris, su rostro esta tapado por un
pasamontañas y va vestido con lo que parece un uniforme totalmente
negro.
—¡No
me toques! —Grito notando sus fuertes manos sujetándome
—Señorita
necesita ayuda
—Sí,
claro y como se que sois de los buenos
—Señorita
pertenecemos al equipo especial de policía
—Sí,
claro y yo soy Bella de “Crepúsculo”, no te jode.
—Al
final los supuestos policías resultaron serlo de verdad y nos
dejaron en una ambulancia que rápidamente nos llevo al hospital
donde pasamos más de dos meses ingresadas —respondí a Margareth
saliendo de mis pensamientos
—Sí,
y como recuerdo de ello tengo varias cicatrices.
Recojo
todos los papeles que hay sobre la mesa de forma apresurada. Es
verdad, no es un gran recuerdo.
—Te
apetece que bajemos al café Cabana a tomarnos un café y lo
hablamos todo
—Sí,
creo que me vendrá bien un café con leche.
Salimos
del despacho cogiendo los bolsos y los abrigos, dejamos un papel
pegado en la puerta en el que se puede leer:
“Volvemos
en 15 minutos estamos en Café Cabana”
lunes, 6 de enero de 2014
Por fin se termino la navidad....
Por
fin llego la noche de reyes, y con ello el final de las navidades.
Para mi estas han sido unas de las más malas de mi vida, las
primeras fue cuando falto mi abuelo y es que lo perdimos el 20 de
Diciembre de 2006 cuando yo estaba embarazada de 20 semanas de Álex,
todos los días me acuerdo de mi abuelo, se que esta a mi lado y que
esta orgulloso de mi, pero también lo hecho muchísimo de menos. En
Enero de 2007 moría un buen amigo mio, Domingo Jose, superior mio en
el Bhelma VI y una persona que tenia un corazón que no le cabía en
el pecho. Y este año, me encuentro que justo después de navidades
(el día 9) tienen que operar a mi hijo Álex de un glaucoma
operación que empeora si sumamos que tiene el angioma justo encima
de ese ojo y aumenta las posibilidades de hemorragia ¿ahora
entendéis por que son unas malas navidades? Que si que lo se que no
tiene porque salir mal, pero es mi hijo, le tienen que poner
anestesia general y por poco que sea hay posibilidades que salga mal,
si que puedo estar muy positiva pero también debo ser realista y
ello me lleva loca.
Así
que es lo que me han traído los reyes pues un virus estomacal junto
con la gripe y la operación de mi hijo. ¿Empezamos bien el año? Os
lo diré el día 12.
Buenas
noches y ser felices. Yo seguiré luchando como siempre.
PDT:
Ahora tal vez entendáis porque no entro en guerras absurdas ni en
rumores contra mi o la gente que conozco, no tengo tiempo para juegos
de patio de colegio, me alegra ver que mucha gente tiene tan pocas
preocupaciones que intenta hundirme con rumores en vez de crearse una
vida.
jueves, 2 de enero de 2014
Cafetera de Letras: Guía para la aprendiz de escritora (eBook)
Cafetera de Letras: Guía para la aprendiz de escritora (eBook): Se acerca el fin de año y por motivo de las fiestas te tengo una sorpresa: voy a compartir con todos los seguidores de Cafetera d...
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