2, Margareth
—Hola
preciosas, un café con leche y un cola cao ¿verdad? Ambos con
tostadas de tomate —dice el camarero
—Sí,
Jorge lo de siempre —digo con una amplia sonrisa.
—Este
chico cada día esta más bueno —dice Samantha— ¿qué estas
mirando?
—A
esos dos policías que vienen directos aquí.
Entonces
veo como se gira con disimulo, pero a mi no me engaña su gran
debilidad son los uniformes.
—¡Ohhh,
por Dios! Yo quiero que me detenga el moreno. ¡¡Ha ese le enseñaba
lo que es una mujer de verdad!! —dice volviéndose hacia mi.
—Pues
igual podrías hacerlo ahora. Porque me da que es verdad que van a
venir hacia aquí. Están hablando con Jorge y él señala esta mesa.
—Buenas
días señoritas, ¿son ustedes las propietarias de “Temis
detectives”? —pregunta el
policía que le gusta a Samantha, acercándose a nosotras.
—Sí, ¿podemos saber quien lo
pregunta? —digo mirándolos fijamente.
—La policía —contesta el
compañero de este arqueando una ceja.
Es impresionante, atractivo, tiene
el pelo rapado, los ojos verdes, un cuerpo atlético es moreno de
piel y tiene una cara de niño bueno que me vuelve loca.
—Señor agente, creo que de eso ya
nos hemos dado cuenta, pero suponemos que tendrán nombre ¿no? —Dice
Samantha arqueando las cejas y poniendo los ojos en blanco
—¿Hemos infringido alguna ley?
—Pregunto poniéndome nerviosa
—No —dice el primer policía
—Entonces por qué no se sientan,
nos dicen sus nombres y el porque nos buscan —. Responde Samantha,
empezando a sentirse molesta de verdad.
—Vale, mi nombre es Derek y él es
Gabriel —dice el moreno que le gusta a ella.
Tengo la suerte de que Gabriel se
siente justo enfrente de mi así podré observarlo mejor.
—Jorge ponles a los agentes lo que
quieran tomar —. Digo girándome hacia el camarero.
En los minutos que tarda en traer un
café solo y una coca cola, los cuatro nos miramos sin decir ni una
palabra.
—Bueno, ustedes dirán —dice
Samantha poniéndose seria.
—Venimos a hablar con ustedes,
porque fueron victimas en uno de los casos más importantes del año
pasado. Estamos obligados a avisarles que dos de los imputados en ese
caso han quedado libres gracias a su gran nivel adquisitivo. No
creemos que vayan a venir a por ustedes, pero estaríamos más
tranquilos si aceptaran tener vigilancia —dice Derek muy serio
—¿Perdón? —digo sin creer lo
que escuchan mis oídos—. ¿Estás diciendo que esos mal nacidos
que casi nos matan están libres?
—Si señorita —responde Gabriel
—Pero vamos a ver, ¿para qué
coño esta entonces la policía? —digo elevando la voz.
—Señorita nosotros hemos hecho lo
que hemos podido se lo aseguro, pero la justicia es así —contesta
Derek
—Sí, una mierda —responde
Samantha empezando a perder la paciencia.
—Un segundo —digo mirando a
Samantha— ¿y si han sido ellos los que se han llevado a Sheyna?
—¿Quién es Sheyna? —pregunta
Derek cuando ve que ambas nos giramos hacia ellos.
—Es una amiga nuestra, un poco
alocada pero es nuestra amiga —comentamos a la vez
—¿Cuanto hace que desapareció?
—pregunta Gabriel
—15 días aproximadamente
—respondo notando como las lagrimas acuden a mis ojos.
—Entonces es imposible, ellos
salieron esta mañana —dice Derek —¿Por qué no habéis
denunciado la desaparición?
—Porque es mayor de edad y ya
sabemos como funciona la justicia ¿no? —contesta Samantha bastante
exasperada
—Señorita por favor
tranquilícese, centrémonos primero en lo de ponerles vigilancia
—dice Gabriel intentando calmar las chispas que salen de Samantha y
que parecen cruzarse con las que salen de Derek
—No, lo sentimos pero no queremos
a nadie vigilando nuestros movimientos, recuerden que ante todo somos
detectives ¿qué imagen daríamos? —Decimos a la vez con una
mirada desafiante.
Un capítulo con todo: Una desaparición, policías, y cola cao con tostadas de tomate.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho, deja con ganas de seguir >____<
¡Besos!